En la actualidad
es indiscutible el desarrollo de la tecnología y su influencia en .nuestra
sociedad. Hoy todo nuestro entorno cercano está vinculado a estos avances y
dependemos, de una forma u otra, de estos. Sabemos que ello lleva a unas
profundas transformaciones y cambios, tanto económicos, sociales y culturales.
La escuela no queda afuera de estos cambios.
Ángeles citaba más arriba que este cambio la asustaba porque era desde
algo conocido hacia un camino incierto. Esto sumado a mi lectura de Palamidessi,
me llevo a plantearme si, estos miedos que en general, en alguna medida todos
tenemos, no es, ni más ni menos, algo que como humanos poseemos: “el gran miedo
al cambio”. De aquí surgieron más dudas, si no fuera el miedo el problema
¿estamos los docentes preparados para este cambio? ¿Poseemos herramientas para
ello o formación? Supongamos que lo estemos, el avance de la tecnología es tal
que las computadoras que hoy manda nación, son modernas pero dentro de 2 o 3 años,
no lo van a ser más y ¿estará la inversión para mantenerlas o renovarlas? Me
viene a la mente un tema complejo si los hay. : El rol que nos compete en esta
transformación., el cual no está bien definido. Pienso en Canadá que es uno de los países del mundo con mayor número de aulas conectadas a Internet, sin embargo, los docentes no reciben el apoyo
que necesitan para una utilización óptima de la nueva tecnología. ¿qué será de
nosotros entonces viviendo en un país subdesarrollado? . Voy a citar dos textos
que me parecieron pertinentes en esta planteo y que obviamente dan para seguir el debate .
A. Cuando los alumnos se aventuran por los
paisajes virtuales, suelen quedar deslumbrados y confusos ante las múltiples
posibilidades que se les ofrecen. Un profesor de Montreal visitó unas 40
escuelas elementales para ver cómo usaban Internet y descubrió que los alumnos
de quinto y sexto grado cambiaban de sitio en la red entre 15 y 25 veces por
hora, por término medio. Asimismo comprobó que no eran capaces de asimilar lo que
veían. Después de haber observado a unos 1.000 alumnos, llegó a la conclusión
de que prácticamente ninguno asimilaba nada de valor. Los maestros deben
familiarizarse también con las nuevas formas de plagio que la informática
permite. Hay que instalar todo un andamiaje humano antes de que Internet pueda
ser útil a todos y para impedir que se convierta en un pasatiempo oneroso en el
aula. Puede no haber filtros en Internet, pero sí los hay en las escuelas, y se
llaman maestros.[1]
B. Para averiguar si la tecnología favorece o
entorpece la enseñanza, CERI creó una red internacional que consta de 29
estudiantes de entre 17 y 20 años de edad, que culminó en una mesa redonda en
diciembre de 2000. Pese a que procedían de lugares diferentes, Estados Unidos,
Europa o el Pacífico, todos coincidieron en que Internet es un poderoso medio
de aprendizaje. Pero algunos expresaron su frustración con frases como: “Los
profesores nos dicen que busquemos en Internet, pero luego no nos dan tiempo
para ello”, “A veces nos dan una dirección y descubrimos que no existe”; “Muy a
menudo nos quedamos sin lección porque hay problemas técnicos”, “El método
tradicional de búsqueda (en la enciclopedia) es más rápido y más seguro”.
Además de una mejor formación para sus profesores y mejores programas, los
estudiantes propusieron algunas medidas para acortar las distancias entre la
escuela y el hogar. [2]
[1}Fragmento de un discurso de
Alison Armstrong, coautora de “The Child and the Machine” (El niño y la
máquina), en la Conferencia de Educación Pública de Columbia Británica. [2] http://bert.eds.udel.edu/oecd/roundtables
Y para seguir replanteándonos el tema
hay un link muy interesante de UNESCO que se los dejo .
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